octubre 11, 2010

Ajustando cuentas con la familia de Paul.



"Cuanto menos merecemos la buena suerte, más esperamos de ella". 
 Esta frase del Molière me venia a la cabeza cada vez que salia por los medios el pulpo Paul pronosticando resultados de fútbol.


 Pero también tengo que reconocer que, ademas de acordarme del dramaturgo francés, la presencia de Paul ante mis ojos me hacia despertar los jugos gástricos a la vez que maldecía el triste destino del pulpo, puesto a pitoniso. Para mi,  un animal de esta especie solo puede estar en el mar o en  la cazuela. Son sus lugares naturales.


  No hay ninguna duda de que los reyes a la hora de cocinar el pulpo son los gallegos, con mil preparaciones exquisitas. La cosa ha tomado una envergadura tal que grupos dedicados a la gran distribución alimentaria en Brasil se están interesando a fondo sobre el cefalópodo gallego para venderlo a mansalva a los compatriotas de Caetano Veloso. Lo cuenta "La voz de Galícia".


 Com sabéis, el que escribe vive en la costa del Mediterráneo y aquí los pulpos que encontramos en las pescaderías  son animales pequeños, lejos de los ejemplares de Galícia o del Pacífico,  que pueden llegar a pesar mas de 200 kilos. El precio con que lo podemos adquirir en el Mediterráneo, con piezas pescadas aquí, es de unos 4 a 6 euros el kilo. Muy asequible porque ademas, aparte del pico, del pulpo lo aprovechamos todo. Casi casi, como del cerdo.


  El pulpo es un animal que, a parte de tener una inteligencia superior a otros animales, algunos humanos incluidos, se alimenta de materias primas de tal calidad que provoca el excelente sabor de su carne. Este animal,el  cefalópodo no el hombre, come básicamente algas, peces y pequeños crustáceos y mariscos. Algunos se atreven con piezas de mas envergadura, pero matones  hay en todas partes, incluido el fondo marítimo. 


  Una vez puestos en materia os cuento como me trabajo mi pulpo en casa, a bajo precio claro, partiendo de esa materia primera muy económica.


   Cojo al primo escuálido de Paul, le saco el pico y poco mas, lo limpio bajo el grifo y lo congelo 24 horas.Eso rompe todo el sistema de nervios y me ahorra tener que dar una soberana e inmerecida paliza a la bestia para ablandar su carne. No niego que relaja darle una severa tunda al animal mientras pensamos en algún espécimen humano, pero rinde mas el congelador. De paso te puedes relajar practicando otros menesteres.


  Luego preparo la olla a presión hasta que el agua hierva. Le pongo medio limón.Éso también ayuda a ablandar la carne. Cuando el agua hierva les dais tres inmersiones al pulpo para ablandarlo, cerráis la olla y que funcione durante tres cuartos de hora.
 Luego lo sacáis, lo cortáis a trozos y lo sumergís en buen aceite de oliva virgen con ajo desmenuzado y un poco de pimentón de la Vera dulce. Todo el preparado debe dormir unas 24 horas y se debe servir a temperatura ambiente, si nó matareis todo el aroma del ajo y del pimentón. El agua de cocción del pulpo lo podéis guardar para alguna sopa o algún preparado con arroz.


 Dando una vuelta por ahí en encontrado multitud de recetas también sencillas para hacer con este sabroso animal. Lola, la maestra de "Tumba-ollas y hambrientos" se ha sacado de la manga una original receta de pulpo con melocotón. Podéis encontrar mas combinaciones en recetas gratis, en Arecetas o en Cocinatusrecetas.  




(Imagen de chrismuir1.wordpress.com )

2 comentarios:

lola dijo...

madre mida jamas habria imaginado que un pulpo atacara a un tiburon. yo opino como tu el pulpo a la cazuela, a mi es que me chfla, lo comeria todos los dias hace poco hice un aperitivo en el que combinaba pulpo, melocoton, mahonesa, alioli y azúcar hummmmm ni que decir lo rico que estaba.no me enrollo más


¡¡besos¡¡

Carpanta de Nola dijo...

Si, también me sorprendió a mi. Pero es una buena lección para acabar con los tiburones, algunos de los cuales nos han metido en este marrrón de la crisis. Muchas gracias de nuevo por seguirme. Incorporo una referencia a tu creación en mi post.
Un abrazo.
C. de Nola.