En tiempos de crisis, ya se sabe; los negocios van mal en general y muchos propietarios o empleados ven peligrar su patrimonio y su salario. Conozco, como vosotros, a algunos de ellos. Y mas de uno me dice estar deseando mandarlo todo a tomar viento y ......montar un restaurante!
Cuando estoy en una situación de esas siempre digo al interlocutor aquejado de crisis que iré algun dia, pero sin demasiado entusiasmo. Uno va por la vida de educado y sin herir porque las cañas a menudo se convierten en lanzas y no hay que hacer el tonto.
Montar un restaurante no es cosa sencilla. Repasando el libro de Anthony Bourdain, "Confesiones de un chef" , releo un delicioso capítulo donde explica como los cocineros profesionales están encantados con que los advenedizos abran un restaurante. Es cuestión de esperar unos meses para que el pardillo cierre y venda excelente maquinaria profesional a bajo precio.
Cuando estoy en una situación de esas siempre digo al interlocutor aquejado de crisis que iré algun dia, pero sin demasiado entusiasmo. Uno va por la vida de educado y sin herir porque las cañas a menudo se convierten en lanzas y no hay que hacer el tonto.
Montar un restaurante no es cosa sencilla. Repasando el libro de Anthony Bourdain, "Confesiones de un chef" , releo un delicioso capítulo donde explica como los cocineros profesionales están encantados con que los advenedizos abran un restaurante. Es cuestión de esperar unos meses para que el pardillo cierre y venda excelente maquinaria profesional a bajo precio.
Normalmente los que no son del oficio y abren un restaurante, compran buen material con los dineros de su antigua empresa, anticipándose al embago. A partir de ahí si les oyes comentar sus hazañas entre fogones, parece que estás ante un vanguardista de la cocina del pollo y un enólogo de alta alcurnia y bodega en el bajo. Nada de nada, cuatro manuales mal leídos. Es casi como si uno, con la escritura de este hambriento blog, pretendiera llegar al nobel de literatura. ¿Os creéis que Cervantes escribió el Quijote por que si? Cientos de años después continuamos dando a la literatura multitud de caballeros andantes buscando Dulcineas en el campo de la restauranción y en los negocios en general. Nada es facil. Hace falta oficio, mucho oficio. Y eso no se compra.
Pero para nostros, posibles clientes, lo que cuenta és identificar esos sitios , antes de caer en una trampa mortal y seamos victimas de experimentos de advenedizos,que no reparan en usar productos envasados y congelados de baja calidad para enredar. Luego lo visten con nombres pomposos en la carta y una "dolorosa" que asusta. Es facil pillarlos. Sólo mirad como abren una botella de vino. Es suficiente para saber donde nos hemos metido.
Ojo
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